martes, 23 de mayo de 2017

EL SIGLO XVIII: CONTEXTUALIZACIÓN Y PRODUCCIÓN LITERARIA

   Contexto histórico-social del siglo XVIII

Durante el siglo XVIII se produce en Europa una profunda renovación en las ideas que va a transformar la concepción del mundo y la organización político-social; la culminación del proceso se encuentra en la Revolución francesa (1789) y en la caída del Antiguo Régimen (fin del absolutismo monárquico) .  En España, la política de aislamiento frente a Europa que dominó el siglo XVII termina con la muerte sin sucesión del último rey de la casa de Austria. Con el nuevo rey Felipe V, primer monarca de la dinastía borbónica (seguido de Fernando VI, Carlos III y Carlos IV), el país se incorpora nuevamente a la política y cultura europeas, se imitan los modelos franceses e irrumpe de esta manera el espíritu de la Ilustraciónque logró la mejora de varios aspectos del país

La Ilustración es el movimiento ideológico y cultural cuyo principio fundamental es la defensa de la razón y de la experimentación como único medio de progreso y felicidad. El movimiento ilustrado estuvo encabezado por los enciclopedistas franceses (Diderot, d’Alembert), que intentaron sistematizar el saber y divulgarlo; establecieron, además, muchos de los principios de la ciencia actual. El siglo XVIII fue denominado el Siglo de las Luces precisamente en referencia al poder iluminador que esta época otorgó a la razón y a la ciencia.

Las noveades más características, ligadas al movimiento de la Ilustración,  son: el Despotismo ilustrado como forma de gobierno (las monarquías de esta época recogen las ideas reformadoras y las aplican desde los gobiernos con una actitud paternalista -“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”-; el auge de la burguesía y la idea de que tanto la filosofía como la ciencia son los dos saberes fundamentales que permiten someter toda la realidad al dominio de la razón.

El siglo XVIII va a ser, por tanto, una época dominada por EL RACIONALISMO (la razón se impone a los sentimientos), EL UTILITARISMO (la política, la ciencia y el arte deben tener un fin práctico y deben ser útiles para mejorar la sociedad) y EL DIDACTISMO (el conocimiento de la realidad debe ir acompañado de su divulgación; el saber hace mejor la sociedad; en este sentido,  se crean numerosas instituciones a lo largo del siglo, desde la Real Academia Española o la Biblioteca Nacional a las Sociedades de Amigos del País, desde las que se instaba al fomento de la agricultura, el comercio, la industria, las artes y las ciencias) .

Producción literaria


La literatura de este siglo va a estar determinada por el AFÁN INSTRUCTIVO Y REFORMISTA: la prioridad de los escritores será crear obras con un trasfondo crítico que conlleven la finalidad de mejorar la sociedad. Por esa razón, tienen vitalidad los siguientes formatos: 
a) LA FÁBULA. Autores como F. de Samaniego y T. de Iriarte crean poemas narrativos con una moraleja final y protagonizados por animales. Critican defectos morales, ideas literarias... (pág. 316, ejerc. 3, cuestiones a, b, c). 
b) LA PROSA DIDÁCTICA. Continuando el afán reformista del momento, hay una serie de autores que crean obras en las que se concentra la crítica de defectos de la sociedad, de la economía, de la política... Los ilustrados españoles sometieron a reflexión numerosos aspectos de la realidad que mostraban un claro atraso respecto al resto de Europa. Destacan Fray Benito Jerónimo Feijoo (Teatro crítico universal) y José Cadalso (Carta marruecas). 
Lee el texto del ejercicio 4 (pág. 317)  y justifica su carácter argumentativo (tesis y argumentos). 
c) EL TEATRO. El teatro neoclásico vendrá caracterizado por dos rasgos fundamentales, a saber: el propósito reformista (pondrá en escena situaciones en las que hay hábitos típicos del momento que deben ser corregidos para que la situación social sea mejor) y la verosimilitud (los argumentos no serán reales pero sí creíbles, al igual que los personajes y su forma de actuar y de expresarse). Leandro Fernández de Moratín es el autor más sobresaliente.Los temas que desarrolla en sus comedias son dos: la libertad de elección en el matrimonio y la igualdad de los cónyuges, tanto en posición social como en edad. Este es el tema que desarrolla en títulos como El sí de las niñas (1801), en la que se presenta el desenlace feliz de un compromiso desigual: don Diego, tío de Carlos, decide romper su compromiso con doña Paquita, mucho más joven que él, y cede su mano a su sobrino Carlos cuando descubre que ambos ya estaban enamorados.
Aparece un fragmento de la obra en las pág. 322 y 323: léelo y entenderás fácilmente la finalidad del teatro dieciochesco. 





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