martes, 17 de enero de 2017

TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA NARRATIVA DEL RENACIMIENTO Y BARROCO


       Como sabéis, en el tramo final del mes de febrero deberéis exponer oralmente, valiéndoos de apoyo digital, el resultado de diferentes tareas de investigación sobre diversos aspectos relacionados con la literatura renacentista y barroca. En vuestra labor de investigación podréis acudir a fuentes variadas; la información que aparece en el libro de texto (epígrafes 1 y 2 del tema 10, tema 11 y epígrafe 1 del tema 12)  puede ser complementada con la consulta de distintas páginas web, vídeos... A continuación se consignan algunos de estos recursos.
      No olvidéis que el trabajo debe ser revisado por la profesora antes de su exposición: lo entregaréis previamente en soporte digital o a través del correo electrónico.



ENLACES DE INTERÉS



https://www.youtube.com/watch?v=0w1Fc1qmZfw La literatura española en el Renacimiento

https://www.youtube.com/watch?v=8l_PaLu-XbQ Contexto y literatura española en el Barroco















lunes, 16 de enero de 2017

FÓRMULAS LITERARIAS BREVES: EL HAIKU Y EL MICRORRELATO

EL HAIKU: 

       Se trata de un subgénero poético de origen japonés. Los haikus se escriben, según la tradición, en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Suelen hacer referencia a escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana y pueden incluir diferentes figuras retóricas. Su característica temática fundamental es la SUGERENCIA de situaciones que no aparecen explicadas en estos poemas, en los que se rehúye de forma voluntaria de lo evidente: 

 Este camino
nadie ya lo recorre,
salvo el crepúsculo
.

Matsuo Basho (1644-1694)
trad. de Octavio Paz y Eikichi Hayashiya 


 De no estar tú,
demasiado enorme
sería el bosque.

Kobayashi Issa (1763-1827)
trad. de Antonio Cabezas 


 ¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?


Jorge Luis Borges (1899-1986) 
 
EL MICRORRELATO:
 
Se trata de un texto narrativo cuya extensión puede estar entre una línea y una página (mejor, menos). Tiene como ingredientes fundamentales:  la brevedad, el reducido número de personajes y situaciones,  un alto grado de sugerencia en una historia que el lector debe completar, un título que contiene información fundamental y  la sorpresa  como elemento que golpea y atrapa al lector, necesariamente activo en la lectura de este tipo de textos. 
 
 
                                                     HABÍA UNA VEZ 
   Un apuesto joven llama a la puerta y le pide que se calce la más hermosa de las zapatillas. En cuanto observa que esta se ajusta al pie perfectamente, la toma del brazo al mismo tiempo que le dice:
—Queda usted arrestada, esta zapatilla fue hallada en la escena del crimen.
                                                                                                             Javier Quiroga
 
ECOSISTEMA

   El día de mi cumpleaños, mi sobrina me regaló un bonsái y un libro de instrucciones para cuidarlo. Coloqué el bonsái en la galería, con los demás tiestos, y conseguí que floreciese. En otoño aparecieron entre la tierra unos diminutos insectos blancos, pero no parecían perjudicar al bonsái. En primavera, una mañana, a la hora de regar, me pareció vislumbrar algo que revoloteaba entre las hojitas. Con paciencia y una lupa, acabé descubriendo que se trataba de un pájaro minúsculo. En poco tiempo el bonsái se llenó de pájaros, que se alimentaban de los insectos. A finales de verano, escondida entre las raíces del bonsái, encontré una mujercita desnuda. Espiándola con sigilo, supe que comía los huevos de los nidos. Ahora ­vivo con ella, y hemos ideado el modo de cazar a los pájaros­. Al parecer, nadie en casa sabe dónde estoy. Mi sobrina, muy triste por mi ausencia, cuida mis plantas como un homenaje al desaparecido. En uno de los otros tiestos, a lo lejos, me ha parecido ver la figura de un mamut.
Jose María Merino
 
                                                             ROSAS
    Soñabas con rosas envueltas en papel de seda para tus aniversarios de boda, pero él jamás te las dio. Ahora te las lleva todos los domingos al panteón.
                                                                                                 Alejandra Basualto

                                                              PEQUEÑOS CUERPOS 
 
     Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron.
                                                                                              Triunfo Arciniegas 

                                                                EL GLOBO 
 
Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño.

                                                                                             Miguel Saiz Álvarez
 
     Ella sube al autobús en la misma parada, siempre a la misma hora, y una sonrisa mutua, que ya no recuerdo de cuándo procede, nos une en el viaje trivial, en la monotonía de nuestra costumbre.
Se baja en la parada anterior a la mía y otra sonrisa furtiva marca la muda despedida hasta el día siguiente.
Cuando algunas veces no coincidimos, soy un ser desgraciado que se interna en la rutina de la mañana como en un bosque oscuro.
Entonces el día se desploma hecho pedazos y la noche es una larga y nerviosa vigilia dominada por la sospecha de que acaso no vuelva a verla.

                                            Recogido en Los Males Menores, de  Luis Mateo Díez

                                                                TIRRIA 
     La vi por primera vez en una fiesta y en ese instante supe que la odiaría toda mi vida. El perfume de su mirada y el sabor de su risa no me distrajeron –ni un segundo– de un escote que –aún hoy– consigue que no pueda soportarla. Me cuesta creer que me pasara toda la noche pensando en cuánto deseaba verla lejos de mí, en cómo aborrecía el modo en que aquel vestido de seda se ceñía a su talle. Supe por Alfredo, el anfitrión, a qué se dedicaba, dónde trabajaba, qué la divertía y que zonas frecuentaba. Abandoné la fiesta inmediatamente después de ella, sólo para confirmar –mientras la seguía– la magnitud de la aversión que me suscitaba. Desde entonces he hecho cuanto ha estado a mi alcance para que conociera mis sentimientos. Cartas –anónimas– en las que le hablaba de la ojeriza que me provocaba. Llamadas –muchas, a todas horas– en las que le escupía mi encono. Finalmente conseguí que aceptara una cita. Aquella tarde, mientras se derretía el hielo de su café, le juré que esta fobia por ella era la única que había sufrido en toda mi vida, que nunca había sentido una repulsión así por nadie y que no sentiría otra igual. Entonces ella me miró a los ojos y –después de llamarme «tonto»– me juró que padecería la repugnancia que yo le causaba hasta el día de su muerte..
                                      
                             Recogido en Verde como el hielo, de  P.  Sánchez Negreira 

                                                         EL DINOSAURIO 

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

                                                                                     Augusto Monterroso