miércoles, 14 de febrero de 2024

CONTEXTO RENACENTISTA. LA NARRATIVA EN EL SIGLO XVI


 El siglo XVI acoge un nuevo movimiento cultural y literario con origen en Italia y que acabará entrando en distintos países europeos. Nace en el siglo XIV en las ciudades-estado de la Península Itálica, deseosas de recuperar el éxito de la antigüedad clásica. Se irá consolidando a lo largo del siglo XV y a partir de 1500 dará sus frutos en otros lugares del continente. 

  Es el inicio de una nueva época, repleta de cambios políticos (fin del feudalismo y fortalecimiento del absolutismo monárquico), sociales (empuje de la burguesía y de su visión materialista de la vida) e ideológicos. Veamos estos últimos: el hombre se sitúa en el centro del universo, el teocentrismo decae con el desarrollo de actitudes críticas hacia distintos aspectos vinculados con la religión, y su lugar viene a ser ocupado por el antropocentrismo. El hombre confía plenamente en sus posibilidades, en sus capacidades -la razón y la inteligencia- y la cultura es concebida como un medio para mejorar la vida en este mundo: es una época de progreso científico y de desarrollo literario, favorecidos ambos por la invención y funcionamiento de la imprenta. Este hecho, junto con el desarrollo de las universidades y las iniciativas de los mecenas, explica el florecimiento cultural del momento. Aparece, en este contexto, un nuevo modelo de HOMBRE CULTO: la figura del HUMANISTA, persona de formación cultural sólida y orientada a diferentes saberes.


    El interés por el hombre, por sus capacidades, por sus sentimientos, por la naturaleza como medio en el que desarrolla sus vida, no es algo que suceda por primera vez en la historia durante el siglo XVI: los hombres de cultura se dan cuenta en ese momento de que el hombre había sido ya el centro de interés en el mundo clásico, para griegos y romanos. Por tanto, tomarán como MODELO ARTÍSTICO las manifestaciones culturales creadas siglos atrás por los autores clásicos (escultores, pintores, arquitectos, filósofos,  escritores...) y las imitarán: hacen, pues, RENACER, la cultura clásica. De ahí el nombre de la época (Renacimiento).

    En literatura, dejará una huella importante el rescate de ideas filosóficas del mundo clásico, relacionadas con distintas escuelas de esa época: 

- Escepticismo: partiendo de una posición de duda o incredulidad hacia cualquier conocimiento, propicia la actitud crítica ante los dogmas, todos pueden ser sometidos a duda. Ayudará a fortalecer la idea de reformar la Iglesia católica. 

- Epicureísmo: invita al goce moderado de la vida terrenal y de los placeres. Con esta mentalidad se relacionará el exitoso tópico del CARPE DIEM. 

Estoicismo: exalta la dignidad del hombre que vive de acuerdo con la naturaleza (vida sobria y en el campo). Los tópicos literarios conocidos como AUREA MEDIOCRITAS y BEATUS ILLE están vinculados a esta manera de entender la realidad. 

- Neoplatonismo: la belleza de los seres naturales y del paisaje es un reflejo de la belleza de la divinidad. En la lírica renacentista es habitual la DESCRIPTIO PUELLAE en la que la mujer es vista como una "donna angelicata"; también es frecuenta la aparición de LOCUS AMOENUS. 

Erasmismo: las ideas de Erasmo de Rotterdam, de Lutero y de Calvino representan en Europa el espíritu crítico y la necesidad de reformar la Iglesia Católica, afectada de un lujo excesivo, de falta de ejemplaridad entre los clérigos, de engaños a los fieles... Ante la peligrosa difusión de estas ideas entre la población europea, la Iglesia celebra el Concilio de Trento, de donde arranca la Contrarreforma, asentada sobre dos pilares básicos: la defensa a ultranza del catolicismo tradicional y el cierre a todo lo extranjero y novedoso. En España, Felipe II aplicó, en la segunda mitad del siglo, con rigidez los principios de este movimiento, cortando el flujo cultural que había caracterizado el reinado de su antecesor Carlos I. La espiritualidad cada vez más fuerte justifica el éxito de la poesía ascética y mística en lo que se conoce como Segundo Renacimiento. 

    La literatura se desarrolla de manera importante (se inician aquí los Siglos de Oro) en sus diferentes géneros: narrativa, lírica y teatro. Comenzaremos prestando atención al primero de ellos. 

    En la siguiente presentación encontraréis la información necesaria para: 

- Conocer y caracterizar los distintos tipos de novelas renacentistas, profundizando de manera especial en la novela picaresca y en el Lazarillo de Tormes: diapositiva 6 y desde las número 16 hasta el final. 

- Para ahondar en el contexto de este movimiento y en el estudio de la poesía lírica renacentista. 

LA LITERATURA RENACENTISTA (S. XVI): CONTEXTO Y PRODUCCIÓN.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario